Hay fragancias que nos hacen retroceder y hay fragancias que nos impulsan hacia adelante.
Puede que no seamos plenamente conscientes de que ciertas fragancias nos trasladan a un “tiempo y lugar” que vino y se fue; mientras que hay otras fragancias que nos transportan a un “tiempo y lugar” que aún está por llegar. Las fragancias poseen el poder de recordarnos quiénes éramos y quiénes somos ahora. Una noción menos común es la de las fragancias que pueden llevarnos en la dirección del "yo" en el que deseamos convertirnos. Una fragancia familiar a menudo desencadena experiencias conocidas, sentimientos conocidos, personas conocidas. Una fragancia desconocida personalizada actúa de la misma manera pero en una dirección opuesta al abrirnos a nuevas experiencias, nuevos sentimientos y nuevos encuentros.
Una fragancia puede usarse para movernos entre nuestro hoy y nuestro ayer en momentos en que estamos estancados, pero necesitamos mirar hacia atrás para avanzar hacia nuevos horizontes.
Las fragancias pueden ayudarnos a movernos dentro de la inmensidad de nuestro mundo interior. Podemos movernos en cualquier dirección para satisfacer las necesidades de cada momento: de izquierda a derecha, de adentro hacia afuera, de arriba hacia abajo y de vueltas y vueltas.
Damaris Nightingale es una perfumista alquimista que ha estado aplicando sus conocimientos de alquimia (la transmutación de un estado del ser a otro); de la perfumería natural y de las ciencias de la aromaterapia y el olfato.
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